Fuimos al ristorante con nuestro amigo Andrea. Este restaurante es de los denominados de Slow Food, y realmente es una gozada. De antipasti nos sacaron fiambres típicos, verduras fritas, lentejas guisadas y riñoncitos que estaban riquísimos. Luego de primero dos clases de pasta casera hecha en casa con un ligero tomate pero guisado con diferentes carnes, lo que le daba unos sabores realmente exquisitos y diferentes... Como platos principales tomamos tripas aderezadas con menta, lo que en un primer momento dominaba, para luego diluirse con un gusto picante y bien cocinado. También probamos carrilleras guisadas, que veo se están poniendo de moda por su textura y sabor que era de diez. Por último cordero, también guisado, todo ello regado con vino de la tierra del que dimos buena cuenta, para terminar con unos estupendos cafés minúsculos. El restaurante es mas bien pequeño y rústico, el personal parece muy familiar y te da todo tipo de consejos y explicaciones sobre la carta. Merece la pena recorrer esos 40 kilómetros desde Roma y visitar estos pueblos pintorescos, que se encuentran en una cordillera de volcanes, donde disfrutaremos de bellas vistas de pequeños lagos en los cráteres y de la campiña romana por el otro lado.
Se encuentra en el pueblo de Genzano di Roma, Via Fratelli Cervi 8 y tiene una bonita página web http://www.pietrinoerenata.com/